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Juan Pedro Peña Rodríguez

El inicio de mi vida viene ligada al tren, lejos de metáforas, mi padre era un buen capataz y trabajaba en el ferrocarril haciendo vías. Ello me brindó una infancia sencilla pero rica en paisajes, pueblos y costumbres diferentes, Aragón, Euskadi, Castilla, Asturias, Galicia, León, Andalucía...

A la edad de diez años, corría el 1970, hacía mis primeros pinitos ganando un primer premio de dibujo y poesía en Oviedo -La fiesta del Árbol-, recuerdo que estudiaba en un colegio que está en la parte posterior de la parroquia de San Pedro de los Arcos, delante del colegio teníamos su cementerio, el cual, parecía mucho más viejo que la propia parroquia.

Ya entonces había descubierto la emoción que puede aportar la sensibilidad y el buscar significado a todo cuanto te rodea, a duras penas, aquel tímido niño de 10 años conseguía un hilo de voz para leer su obra ante tanta gente. Podéis imaginarme.

Disfruté participando en otros concursos de menor calado en distintos colegios, donde afortunadamente no tuve que leer mis trabajos en público.

Cumplidos 14 años llegué a Catalunya, me recibió l'Anoia (Igualada), la cual me inició durante 5 años en la cultura de este maravilloso pueblo, continué en Barcelona admirando su singularidad y belleza. En el 1982 fui a l'Alt Ampurd? (Portbou), donde la "Tramontana" y el "Llevant", forjan el carácter de sus gentes mientras esculpen la Costa Brava más pura que pudiese inspirar la creación, fueron cinco años fascinantes.

De regreso a Barcelona, ya por entonces tenía la absoluta certeza y seguridad que este era mi lugar, mi hogar, mi casa. Pensaba en cual sería definitivamente el sitio donde me instalaría. El azar es caprichoso y a veces también muy generoso. Amo la naturaleza, la paz, la cordialidad entre la gente y en 1989 me llevó a Cervelló, a los pies de l'Ordal, donde nada perece desde hace más de mil años y la historia sigue viva en cada recodo, en cada roca y en cada uno de los caminos que cruzan sus bosques....

Dedico mis libros a mi mujer l'Alicia, a mi familia, mis amigos y a todas aquellas personas que compartiendo sus sueños y sentimientos, permiten ver la vida de una manera más amable...